jueves, 29 de abril de 2010

Algo es algo, pero esto es muy poco

El Área de Medio Ambiente está empezando a probar un sistema de medición del ruido on-line, pero sólo para bares con música.

Llama la atención que aquí y ahora empecemos a probar sistemas que ya llevan funcionando años en otros lugares.

También llama la atención la torta que tiene la Administración, que todavía no se ha enterado de que la música de los bares es sólo una de las fuentes del ruido, y ni mucho menos la peor.

Podría, por ejemplo, instalar el sistema de medición on-line direstamente en la vía pública, como se hace en Pamplona, para medir el sufrimiento constante de los vecinos, especialmente en el Centro.

No dependería entonces de la "colaboración voluntaria de los bares", y se darían cuenta de que el problema fundamental no está en el interior de los bares, insonorizados, sino en la calle, en el recorrido entre bar y bar, las sentadas en la calle y los portales, los cánticos de los borrachos, gritos, etc.

Además, la medición del sonido de la calle debía hacerse 24h, para que conste el nivel de agresividad sonora durante todo el día y la noche: terrazas y bares, vehículos, sistema de limpieza de Limasa, etc.

Pero claro, esto es lo que se haría en una ciudad, no en un asentamiento humano provisional, como es Málaga.

Aquí estamos empezando a probar un sistema de medición parcial del ruido de algunos bares........

miércoles, 28 de abril de 2010

En Málaga hace falta recordar a los ciudadanos su poca educación

Parece que se aprueba la Ordenanza de Convivencia en Málaga.

Y es que ésta es una ciudad en la que hay que "recordarle" constantemente a sus habitantes que hay que comportarse con un mínimo de educación: no se puede gritar, provocar ruido innecesario, escupir, ensuciar, etc.., en resumen, que no se puede molestar al prójimo.

Y "recordar" quiere decir multar fuertemente al que no la cumpla, ya que de otra manera los salvajes no van a cambiar de comportamiento.

En fin, otra vez dinero y tiempo gastado en una obviedad; todo lo que exige la Ordenanza se le presupone a un adulto civilizado.

Y, en el aspecto práctico de la aplicación, dudo mucho de que se atrevan a multar a los animales que la incumplen: ¿Cómo que no pudeo gritar y escupir, si en Málaga esto se ha hecho de toda la vida?

Ciudad.

jueves, 15 de abril de 2010

En Pamplona también hay ruido, pero allí mueven el culo.

Leo que en Pamplona el Ayuntamiento no está dormido, como pasa aquí.

http://www.ruidos.org/prensa/2007dic/071231_DiarioNavarra.html
http://www.ruidos.org/Prensa/2009nov/091124_DiarioNavarra.html

Parece que allí, a diferencia de Málaga, sí hay dinero de los contribuyentes para mejorar su calidad de vida. O, al menos, para acercarla a niveles admisibles dentro del estándar europeo.

La diferencia radical ente Málaga y las ciudades activas contra el ruido ambiental es que aquí el Ayto. no cree realmente que sea un problema importante.

El Ayto. de Pamplona, en cambio, es inteligente, y acepta como hecho consumado que la población rechaza vivir en el Casco Antiguo a causa del ruido ambiental insoportable. Una vez aceptado ese hecho objetivo, sí se pueden poner medios y trabajo para acabar con el problema.

Sin embargo, en Málaga, las denuncias son consideradas como "tontadas de vecinos quisquillosos, protestones o, directamente, amargaos", con lo que no trabajan para acabar con el problema.

¿Habrá que esperar a que se ponga de moda la lucha contra el ruido ambiental para que en Málaga el Ayto. mueva el culo?

Me lo pregunto porque ya hay precedentes, con la rehabilitación del Casco Histórico ha pasado así: cuando en otras ciudades europeas llevaban 30 años rehabilitando, en Málaga se empezó a mover algo.

Y no por una conciencia repentina del patrimonio histórico, sino porque entonces "tocaba" políticamente, y para poder exprimir los fondos europeos correspondientes.

Es lo que tiene la política inculta y mediocre, que no ataca los problemas reales, y crea otros donde no los hay; ¿Para que coño queremos ser la Capital Cultural de 2016, para enseñarle a Europa cómo se vive dentro del ruido?

lunes, 12 de abril de 2010

IU cree que en Málaga hay demasiada educación

El nivel de felicidad en las filas (pocas) de IU debe de ser altísimo, por eso de que, si uno no ve los problemas, no se altera, ni se irrita, ni sufre, por lo que el nivel de endorfinas en la mente permanece invariable.

http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2010/04/12/iu-cree-nueva-ordenanza-convivencia-innecesaria/332930.html

Quizá si bajaran al plano de la realidad (social, y también política), verían la poquísima educación del habitante medio de Málaga, esta ciudad de guarros, gritones, dejados, e indolentes patológicos, en la que se puede sobrevivir gracias al clima que no nos merecemos.

No parece suficiente para esta manada política la cantidad de mierda artificial que los malagueños depositan (y a veces deponen) en el espacio público, durante todo el año, y en todas las circunstancias posibles: bolsas, latas, vómitos, orines, mierda canina, mierda humana, graffittis, cáscaras de pipas, envoltorios, etc...Y lo hacen en Navidades, Carnaval, Semana Santa, Feria, y en todos los tiempos intermedios.

No se puede ser más imbécil que negando esta realidad. Miento; sí se puede ser más imbécil. La forma de hacerlo es la que ha encontrado IU: pensando que una norma para acabar con las guarrerías y la ausencia de educación en Málaga es un decreto político contra la libre asociación de ciudadanos y su libertad de expresión.

No voy a desearles a los promotores de estas ¿enmiendas? que los guarros y maleducados vayan a su casa a dejar porquería y gritar, para que sean conscientes del problema.

Por dos razones: o ya los tienen allí, ya que el maleducado malagueño es ubícuo, y no los ven, o es que los de IU tienen el mismo comportamiento urbano que la norma de convivencia quiere erradicar.

viernes, 2 de abril de 2010

Disminuir el ruido ES POSIBLE

Los vecinos de la Unión parece que han conseguido algo:

http://www.malagahoy.es/article/malaga/668497/metro/busca/silencio/la/union.html

Desconozco la cantidad de meses que llevan protestando, y el número y tipo de protestas, pero parece que han conseguido algo.

Esto demuestra que la maquinaria y los procedimientos son revisables, y siempre se pueden mejorar.

Que se apliquen el cuento en el Centro de la ciudad, donde sufrimos constantemente con las máquinas en mal estado de Limasa y sus horarios inaguantables. Todo, para que las calles permanezcan siempre llenas de mierda.

jueves, 1 de abril de 2010

Una muestra más de la educación de los ciudadanos malagueños

Ayer mismo me quejaba aquí inútilmente de la educación media del habitante de esta ¿ciudad?, y hoy me encuentro con otra muestra:

http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2010/04/01/malaga-gasto-500000-euros-reponer-papeleras-2009/330998.html

Es otro de los muchísimos datos que van en la misma dirección, y que ponen de manifiesto para que lo quiera ver lo titánico que resulta enderezar la calidad de vida en esta ¿ciudad del paraíso?.
El ruido insufrible es una pieza más del engranaje de la máquina que hace imposible vivir aquí en condiciones normales; lo que tiene en común todas las piezas es la FALTA DE EDUCACIÓN DEL HABITANTE MEDIO.

Los pelos de punta debe poner la suma total de los gastos anuales resultado de todo tipo de comportamientos salvajes del malagueño medio. Al presupuesto sólo en cuanto a papeleras y contenedores, habrá que sumarle lo que gastamos en quitar porquería de la playa, chicles de las calles, pipas y bolsas, graffitis, etc.

Y lo más triste es que los asumimos como inevitables, en coherencia con el espíritu indolente de la ciudad.

Como dato significativo, con unos 900€/m2 se puede rehabilitar integralmente cualquiera de los edificios en ruina del Centro Histórico. Teniendo en cuenta el tamaño medio que suelen tener, la conclusión es evidente:

Con lo que nos gastamos al año en reponer las papeleras y contenedores que nosotros mismos hemos quemado o destrozado, podríamos rehabilitar de arriba a abajo al menos un edificio entero del Centro Histórico.

Y además, la inversión sería rentable, ya que el valor del edificio aumenta entre un 150% y un 200%.

Hala, a sumar, y a enrojecerse de vergüenza ajena.