El nivel de felicidad en las filas (pocas) de IU debe de ser altísimo, por eso de que, si uno no ve los problemas, no se altera, ni se irrita, ni sufre, por lo que el nivel de endorfinas en la mente permanece invariable.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2010/04/12/iu-cree-nueva-ordenanza-convivencia-innecesaria/332930.html
Quizá si bajaran al plano de la realidad (social, y también política), verían la poquísima educación del habitante medio de Málaga, esta ciudad de guarros, gritones, dejados, e indolentes patológicos, en la que se puede sobrevivir gracias al clima que no nos merecemos.
No parece suficiente para esta manada política la cantidad de mierda artificial que los malagueños depositan (y a veces deponen) en el espacio público, durante todo el año, y en todas las circunstancias posibles: bolsas, latas, vómitos, orines, mierda canina, mierda humana, graffittis, cáscaras de pipas, envoltorios, etc...Y lo hacen en Navidades, Carnaval, Semana Santa, Feria, y en todos los tiempos intermedios.
No se puede ser más imbécil que negando esta realidad. Miento; sí se puede ser más imbécil. La forma de hacerlo es la que ha encontrado IU: pensando que una norma para acabar con las guarrerías y la ausencia de educación en Málaga es un decreto político contra la libre asociación de ciudadanos y su libertad de expresión.
No voy a desearles a los promotores de estas ¿enmiendas? que los guarros y maleducados vayan a su casa a dejar porquería y gritar, para que sean conscientes del problema.
Por dos razones: o ya los tienen allí, ya que el maleducado malagueño es ubícuo, y no los ven, o es que los de IU tienen el mismo comportamiento urbano que la norma de convivencia quiere erradicar.
lunes, 12 de abril de 2010
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